5ª Reunión de Socios de la Federação Hispano-Portuguesa
“Agarra el Pez no lo dejes escapar. El encuentro como camino”
Este ha sido el lema del IV encuentro hispano-portugués de Compañeros, que las instituciones de la Federación Hispano-Portuguesa de Pedagogía Curativa y Terapia social organizan bianualmente, desde que se celebró en el 2014 el primer encuentro. En esta ocasión, siendo el encuentro itinerante entre las organizaciones, le correspondía la organización a la Asociación Tobías, que, desde el año 1997, desempeña su labor en la Comunidad de Madrid. Esta comunidad de vida, que acoge a unas 18 personas con discapacidad, preparó ya este encuentro para el 2020 pero, la situación que todos hemos vivido, les obligó a posponerlo y, felizmente, este mes de junio, ha tenido lugar, entre el día 5 y el día 9, en un paraje precioso, en la localidad de San Rafael (Segovia). Acudieron 34 Compañeros a esta tan esperada cita, que estuvo rodeada de lluvia y tormentas. ¡Hacia tanta falta el agua que los hermanos portugueses nos lo trajeron como regalo a España!
Esta agua, que da vida, cantaba con diferentes melodías: a veces era suave, a veces iba en crescendo y a veces parecía una fiesta de tambores. Hubo también fuertes truenos y un relámpago cayó en el recinto. En esta orquesta veraniega, no faltó el canto de los pájaros, la luna llena y un ermoso sol y, alguno, hasta pudo oír una trompeta desde el cielo. ¿Quién sería esta voz?
La primera noche, pudimos disfrutar del auto de la leyenda de Tobías, escenificado por los compañeros de la Asociación Tobías. Un profundo silencio impregnó la audiencia cuando, gracias al camino andado del joven Tobías, Sara puedo sanar y ambos comenzaron un camino compartido, como marido y mujer. Este comienzo del encuentro de compañeros nos recordó, en esta bella imagen, que los obstáculos nos ayudan a crecer, y que en realidad no estamos solos, si bien tenemos que dar el paso de aceptar el acompañamiento que se nos ofrece. Si bien la vivencia de la soledad es parte de la biografía de todo ser humano actual, la esperanza, la compasión y la amorosa entrega también lo son. Tobías extrae del pez, que quiere devorarlo, la medicina que puede curar a Sara y a Tobit. Este es el mensaje compartido de este encuentro, sacar lo humano que todos llevamos dentro, en esta época tan compleja, donde las cosas ya no parecen ser lo que son. ¿Cómo promover la verdad, el bienestar, la paz y la libertad en nuestro entorno más cercano? ¿Cómo entender la necesidad del otro? ¿Cómo fomentar el dialogo y la voluntad de consenso? Los compañeros son conscientes que sus comunidades de vida están en transformación, que hay dificultades que superar, por eso dan ejemplo con todo su ser. “Agarra el pez, no lo dejes escapar”.
Un primer paso que se dio en el congreso fue abrazar las fuerzas sanadoras del “yo” y “tú”, presentando cada comunidad parte de su trabajo diario, compartiendo aquello que le enorgullece de haber logrado, no solo para ellos mismos, sino también para otros. Apreciarnos en nuestro día a día, en nuestras capacidades creadoras, en nuestra sincera búsqueda de la propia biografía creó cercanía y ganas de conocernos más. Otro paso importante tuvo lugar a través de la fuerza transformadora del arte y el movimiento. Los participantes pudieron participar en talleres de pintura, de gimnasia Bothmer y de ejercicios rítmicos. El primer día nos acercamos a través de la euritmia al poema de Rudolf Steiner “En mi corazón vive la fuerza del sol “ y también hubo una preciosa noche de danzas y bailes con música en vivo. En estas actividades y en las dos excursiones, al Acueducto romano de Segovia y el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, comenzó a tejerse un profundo nosotros. Llegado el último día nos desplazamos hasta Galapagar para visitar la Escuela Artabán. Los alumnos de sexto, séptimo y octavo nos recibieron con un pequeño concierto. Cantamos en portugués y en español y una profunda alegría se expandió por este colegio que acoge a niños con y sin discapacidad intelectual. El broche final tuvo lugar en Casa Hogar Tobías donde se disfrutó de un rico tentempié antes de volver cada uno a su casa.
En este encuentro, tuvimos muy presente a nuestro querido presidente de la Federación Hispano-portuguesa, Fidel Ortega Dueñas, que pasó el umbral apenas dos semanas antes, el 13 de mayo de 2023 (vea el obituario). Quiero cerrar este pequeño relato de nuestro gran encuentro con palabras que le he oído decir muchas veces:
La naturaleza nos muestra que la vida siempre continúa en nuestro entorno, esperando a ser acogida, haciéndola salir también desde nuestro interior como un ARTE-SOCIAL que colme nuestro cuerpo, nuestra alma y también nuestro espíritu. Nuestras comunidades se caracterizan por encontrar el bienestar individual a través del nosotros, haciendo de la inclusión a la inversa su seña de identidad.